jueves, 7 de junio de 2012

El mundo_ Eduardo Galeano


Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

- El mundo es eso - reveló -. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

El Libro de los Abrazos- Eduardo Galeano




sábado, 2 de junio de 2012

LLEGO EL MOMENTO



Llego el momento… tu momento, el mío, el de nosotras. Solo apoyándonos en una misma dirección y con amor vamos a poder encontrar el sentido.



Me he decidido a ayudarte, a darte mi apoyo incondicional y sin expectativas, solo por el mismo acto en sí mismo que me llena de unidad, que nos llena de alegría. Sé que este dar no es recíproco, que es un DAR, es dar mi profundo amor, ese dar implica correrme de mi yo, este dar implica apertura interna y compasión por vos y por el ser humano, es humanizar la tierra desde las tinieblas. No puedo abandonarte y ser indiferente a tu dolor y sufrimiento; y aunque suene inhumano e imposible sentir esta indiferencia la registro, pero no la quiero e intenciono y pido tomar contacto con lo sagrado en mi, en vos y en quienes nos rodean. Evoco los registros de bondad, fuerza y alegría decidiendo desde ahí entregar lo que puedo, sabiendo nuevamente que esto no es recíproco pero también sabiendo que así existe una remota posibilidad de transformar tu vida y por lo tanto nuestras vidas. El amor verdadero viene de lo profundo y nos acerca hacia el sentido. Me apoyo en la fé y en los dioses más lejanos, en nuestro guía que nos protege, en nuestro maestro que nos ilumina el camino. Así vamos preparando lo mejor que podemos para el siguiente paso, aunque no le temo al después es el antes el que me moviliza a avanzar con resolución, es el sufrimiento del ser humano el que quiero superar, ahora es donde no quiero abandonarte pero una vez dado el paso te soltaré para que sigas tu camino, para que sigas el camino. Mientras tanto, guiada por la unidad interna me acerco a vos y me entrego desinteresadamente a quien forma parte de lo que hoy soy y porque existe lo profundo y lo sagrado en cada ser y por que existe la posibilidad transformadora hacia el sentido es que te agradezco por lo que sos y por lo que significas en  nosotras. Gracias!