La música comienza a sonar…
sus acordes son perfectos…
y se expresa cada vez más alto
pero no viene de afuera,
sino de mi interior.
Una música especial
el sonido del silencio…
de pronto la conmoción me invade
invasora y expansiva,
no es mía.
Pero la siento mas mía,
que al resto de las cosas…
En susurro… la fuerza…
se despierta y en armonía…
no sin llevarse todo con ella
avanza como fuerza de la naturaleza.
No hay resistencia alguna;
¿Quién soy?, ¿Quién soy realmente?
Pues ahora no soy mi cuerpo.
La fuerza unida se desliza
Es un doble cuerpo…
¿A dónde voy?
Pues ahora vuelo…
Y ese vuelo tiene un plan.
“Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la humanidad,
a la naturaleza y al espíritu”…
Es tiempo de volar,
son los tiempos del Si.
¿Acaso creo en lo que creo?
Algo nace… y cuando veo desde lo real,
lo ilusorio se evanesce.
Allí voy, volando.
Solo, acompañado
por el susurro del Guía
acompañado por el gran viento.
Dejo atrás muchas cosas
para volar hay que soltar…
Es un renunciamiento.
Se como volver
y decido regresar.
Ahora estoy en mi cuerpo
con la certeza de que ya no soy el.
Ahora estoy en mi cuerpo
y no puedo volar.
Él es más pesado,
y debe cumplir con ciertas leyes.
Pero también sé que puedo volar…
y sé que al salir el nuevo sol,
el humano volara sin límites...
Se abrazara al Si,
en su más cálido silencio,
y al encontrarse a si mismo
Encontrara a dios…
Y entonces…
Cada vez que sienta el viento
agradeceré.
Cada vez que sienta la vida
agradeceré.
Porque ha sido el gran regalo,
el regalo que nos impulsa.
Que nos impulsa hacia el sentido...
Que nos impulsa hacia la trascendencia.
GABI YAS
Mensajero de Silo
... a 3 años de la partida física de Silo
