jueves, 19 de enero de 2017

EL DEBER SER DE GURDJIEFF - SILO 1972


Fragmento de Meditación Trascendental / 4 conferencias de Silo


¿Qué es el deber ser?


No sé qué es el “deber ser”, en general.
Hay algunas doctrinas como la del señor Gurdjieff por ejemplo, que explican con léxico arrevesado aquello del “deber-Partkdolg-del-ser”. Se trata de una especie de deber esencial para el señor Gurdjieff. No de un deber subjetivo impreso en la conciencia de un sujeto por el medio cultural en que vive,por el tipo de educación que ha recibido… ese sería un deber subjetivo sometido a tablas de valores culturales, dependiente de momentos históricos. Así pues, lo que es bueno para una cultura, no es tan bueno para la otra. En ocasiones, es malo para otra cultura. Ese no sería un deber objetivo, ese sería un deber subjetivo dependiente de condiciones culturales.
El “deber ser”, en el caso de la doctrina que estoy explicando, sería un deber independiente de los condicionamientos culturales y tal “deber ser” sería únicamente posible (en la doctrina del señor Gurdjieff) para los hombres no-máquinas.
¿Qué es eso de los hombres-máquinas y no-máquinas”? El señor Gurdjieff supone que el hombre común es una máquina. Claro, no es una máquina a tornillos, pero es una máquina en el sentido en que sirve como “transformador”; es un transformador de fuerzas cósmicas. Entonces por un lado respira oxígeno y elimina anhídrido carbónico; por otro lado toma alimentos y elimina sustancias nitrogenadas que sirven a la tierra y por otro lado recibe impresiones y transforma las impresiones también, en una especie de vibración. En tono jocoso dice que esas vibraciones sirven para sostener a la Luna y cosas por el estilo.

Bueno, el señor Gurdjieff habla de que estos hombres-máquinas están cumpliendo con una función transformadora en el planeta y no pueden dejar de hacer lo que hacen porque, sometidos a la acción nefasta de un órgano (que es el órgano “Kundartiguador”) que los tiene hipnotizados frente a la realidad, sometidos a su función transformadora, no pueden independizarse y tienen que estar cumpliendo con todo aquello. Entonces ¿qué “deber Partkdolg” va a haber, qué deber esencial va a haber si su función es simplemente maquinal? Y dice entonces en sus mitos y leyendas, que cada tanto tiempo, desde lo alto, se lanzan a la Tierra enviados. Estos enviados vienen a deshipnotizar a estos transformadores. La función de estos enviados es venir a modificar los efectos cristalizados de ese órgano Kundartiguador. Ese órgano parece que fue en los hombres primitivos una especie de cola que perdieron con el tiempo, pero han quedado los efectos. Estos enviados vienen a despertar al hombre dormido, que es un transformador que está sirviendo a fuerzas cósmicas. Y entonces, estos enviados se acercan al hombre común, le explican de acuerdo al momento histórico cómo debe hacer para deshipnotizarse y lo instruyen en una suerte de moral objetiva. Esta moral objetiva, para el hombre ya no hipnotizado, es la que permite comprender y poner en práctica lo que es el “deber ser”. Una moral real y no una moral dependiente.
Como estos efectos cristalizados del órgano Kundartiguador son muy persistentes (porque han pasado de generación en generación), fatalmente lo que explicó un enviado dura un corto tiempo y finalmente estos “tricerebrados” (así llama a los hombres”, estas máquinas, con el tiempo van nuevamente haciendo decaer lo que se les enseñó, se olvidan completamente de lo que se les explicó y nuevamente vuelven a roncar. Y roncan de tal modo que ahora utilizan la doctrina que se les explicó antes para justificar todo lo que hacen mientras duermen. Entonces, cuando se produce esa situación, nuevamente les mandan otro enviado. Pero resulta que este enviado, además de tener que luchar contra el estado de hipnosis en que se encuentran estos pobres tricerebrados, tiene además que desbaratar toda la doctrina que se les enseñó antes, porque si bien es cierto esa doctrina es muy verdadera en esencia, transformada por estos transformadores, se ha degradado. Sucede que el nuevo enviado tiene que venir a explicar que el enviado anterior enseñó muy mal las cosas, aunque las cosas estaban perfectamente enseñadas… (RISAS). Es una cadena de nunca acabar.
Así es que, cada tanto tiempo, viene un “zapallazo”… (RISAS) o pasa algo (que no se entiende bien) y la gente sigue roncando alegremente, para mayor gloria de la Luna y otros cuerpos celestes.
Es una teoría muy simpática. No sé si responde a la pregunta por el “deber ser”.

Silo 1969 - Fotografía retocada por Lucas Robaldo.



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